Diurética, rica en antioxidantes y llena da vitamina C, así es esta sabrosísima sopa de tomate casera que podemos disfrutar tanto fría como caliente. El truco está en aprovechar la temporada óptima de tomate para cocinar este plato y hacer en gran cantidad para poder congelar el resto. No te imaginas la satisfacción que sentirás, cuando en los fríos días de invierno, puedas disfrutar (con sólo calentar) de este soleado plato de cuchara. Sigue nuestra receta paso a paso para no perderte detalle.
Precalentar el horno a 190°C. Lavar y cortar por la mitad los tomates cherry y colocarlos en una bandeja de horno en la que habremos puesto un papel de hornear. Rociar con un chorrito de aceite de oliva y salpimentar al gusto.
Asar los tomates en el horno unos 20 a 30 minutos. Reservar. Pelar y picar las cebollas y los ajos. Lavar y picar las hojas de albahaca.
Sofreír la cebolla, a fuego medio, en una cazuela con un chorreoncito de aceite. Aproximadamente 5 minutos.
Luego, añadir, el ajo picado. Salpimentar al gusto y cocinar 1 minuto. A continuación, añadir los tomates pelados, la albahaca que teníamos reservada y el azúcar. Remover. Cocinar a fuego lento durante 10 minutos.
Verter el caldo de verduras y añadir los tomates asados. Cocinar a fuego lento durante 30 minutos, removiendo de vez en cuando. Añadir la nata líquida para cocinar al final de la cocción y mover.
Triturar la sopa con una batidora de mano. Pasar por un colador si se desea una textura más fina.
Y listo! Sólo nos falta servir en un bol o plato hondo y decorar con unas hojitas de albahaca y unas gotitas de aceite de oliva. A disfrutar!
¿Cómo hacer un caldo de verduras? Cocer diversas verduras (cebolla, puerro, apio, zanahoria, tomate, ajo…) junto a un poco de aceite, laurel y unos granitos de pimienta. Dejar cocer a fuego suave durante aproximadamente 20 minutos. Luego, colar. Puedes aprovechar las verduras para hacer un puré o crema de verduras. Si no tienes un caldo de verduras a mano, puedes diluir una pastilla de caldo concentrado en un medio litro de agua caliente.
¿Puedo congelar esta sopa de tomate? Sin problema. Espere a que la sopa se haya enfriado antes de colocarla en un recipiente hermético o en bolsas de congelación. Te recomendamos que congeles la sopa en raciones individuales para que sólo tengas que descongelar la cantidad necesaria para el día. De este modo, podrás conservarla en el congelador durante varios meses. Luego, sólo tendrás que poner nuestra sopa congelada en una olla y cocinarla a fuego lento hasta que esté caliente.