¿Cómo no va a gustar una tarta crujiente con sabor italiano? Si estás cansado de usar siempre la masa de hojaldre o masa quebrada como base de vuestras tartas saladas, ¡utiliza la masa filo! Además de conseguir un toque mucho más crujiente y ligero, nos dará un acabado muy elegante y bonito.
En esta ocasión hemos usado una guarnición de tomates secos, nata líquida y parmesano con la que conseguirnos un irresistible toque mediterráneo. ¿Se te ha hecho la boca agua? Aquí en Petitchef no quedan ni las migas para contarlo. Sigue nuestros pasos y buon appetito!↓ ↓
Pinta con mantequilla fundida cada una de las hojas de pasta filo (por una cara es suficiente) y colócalas una encima de otra. Dobla por la mitad y recorta el borde por el pliegue para obtener 8 capas de hojas filo.
Coloca las hojas de pasta filo en un molde enfundado con papel de horno y engrasado con un poco de mantequilla fundida o aceite.
Trocea las lonchas de jamón y pica los tomates secos en pequeños trozos. Coloca la mitad de este relleno sobre la masa.
En un bol, mezcla y bate con un tenedor: los huevos + la nata + el queso rallado + la pimienta. Verter en el molde. Cubrir con el resto del relleno (jamón y tomate).
Espolvorear con albahaca fresca limpia y picada. Hornear durante 10 minutos en un horno precalentado a 200°C. Pasado este tiempo, baja la temperatura del horno a 180°C y hornea durante 20 minutos.
¡Y listo! Si lo deseas puedes añadir un poco de parmesano rallado por encima y quizás unas hojitas de albahaca a modo de decoración :)
¿Puedo cambiar el relleno de esta tarta salada? Siéntete libre de añadir los ingredientes que más te gusten o quitar aquellos que no :-). Puedes adaptar el relleno a tus gustos personales siempre y cuando mantengas la base de huevo batido y nata.