Mezcla la salsa de soja, el sake, el mirin, y el zumo de jengibre. Macera el pollo en la salsa durante 30 - 60 minutos. Saca el pollo de la salsa y escúrrelo ligeramente con papel.
Precalienta el aceite a 180º en una cazuela profunda. Reboza el pollo en el almidón y fríelos en abundante aceite muy caliente hasta que estén dorados. Saca el pollo y escúrrelo sobre papel absorvente.