Terminamos el fin de semana y no queda más remedio que empezar a trabajar :(. Ya no apetece meterse mucho tiempo en la cocina, así que para no complicarnos mucho la vida tenemos una mousse de yogur ideal para comer en diario o para invitados, ya que como véis en la foto, si la "vestimos", queda muy resultona.
Cubrimos un plato de fondo plano con papel de horno y colocamos encima cuatro aros de emplatar de 7 cm de diámetro. Para hacer la base, mezclamos las galletas trituradas con la mantequilla y las repartimos entre los aros, presionando para que quede una base de galletas compacta.
Montamos la nata y reservamos en la nevera.
Hidratamos la hoja de gelatina en agua fría durante 10 minutos. Calentamos la miel y cuando comience a burbujear la retiramos del fuego. Escurrimos un poco la gelatina y añadimos la miel caliente mezclando para que se derrita e integre. Agregamos la miel al yogur, removiendo para que quede uniforme.
Incorporamos el yogur a la nata y mezclamos con movimientos suaves para que no se baje.
Repartimos la mousse y dejamos reposar en la nevera al menos 8 horas.
Para darle más sabor a la mousse, con un toque afrutado, y que también nos vale para decorar el plato, haremos un coulis de fresa. Podéis hacer el coulis siguiendo esta receta (pulsa aquí), dónde lo usamos para una copa de fresas con frosting de queso.
Podéis hacer el coluis que queráis y guardarlo en la nevera, aguanta bastante tiempo.
Sólo tenía un aro de emplatar, así que el resto lo hice en vasitos de cristal. Espero que os haya gustado la receta.
Comentarios de los miembros:
Tiene una pinta buenisima.Parace facil de hacer