Podríamos decir que este delicioso postre Portugués es primo hermano del brioche francés. Comparte con él el delicado sabor y la textura esponjosa pero difiere por su cobertura sabor a coco. Puedes encontrarlos en versión grande o en pequeñas bolas individuales como he hecho en esta receta. Además, no hay nada mejor que comerse un tierno bollo casero en el que nos aseguramos que no hay ningún tipo de aditivo, ni colorante, ni conservante. Una receta que querrás repetir una y otra vez.
En el vaso del robot añade: leche tibia + levadura + 25 gr harina. Mezcla. Tapa el bol con un paño limpio y deja reposar unos 20 minutos.
Transcurrido este tiempo, añade: el resto de la harina + huevos +azúcar + pizca de sal. Amasamos a velocidad mínima durante 7 min. Después subir la velocidad y amasar durante otros 7 min más.
Añadir la mantequilla pomada y amasa, otra vez, a velocidad mínima durante 7 minutos. Sube la velocidad y amasa 15 minutos más.
Cubre el bol con film transparente y deja reposar la masa, aproximadamente 2 horas. La masa doblará su tamaño.
Transcurrido este tiempo, amasa un poco con la mano para quitar el excedente de gas. Haz una bola con la masa y ponla en una mesa enharinada para poder trabajarla con mayor facilidad. Haz bolitas más o menos del mismo tamaño.
Coloca la bolas en la bandeja del horno previamente forrada con papel sulfurizado. Tapa con un paño y deja reposar de nuevo la masa unas 2 horas.
Para la cobertura: En un bol añade el coco + agua + mantequilla y mezcla. A continuación añade, azúcar + el huevo batido. Mezclalo todo hasta que quede una masa blanda pero no líquida. Si esto te ocurre agrega un poco más de coco.
Cuando las bolas hayan reposado pintalas primero con un huevo batido y luego con la pasta de coco. Precalentar el horno a 190ºC.
Hornear la bolas durante 30 minutos aproximadamente, depende de tamaño de las bolas. Cuando estén horneadas, sácalas del horno y espolvorea un poco de azúcar glas.