"Una manera genial de rematar una comida" Una súper deliciosa tarta de flan con un agradable sabor a piña. Genial para un final de cena y si la rematas con una base de bizcocho, una estupenda tarta para acompañar el café. Fácil, rápida y deliciosa. Todo un placer para el paladar. Acompáñame.
Ponemos el caramelo líquido por toda la base de nuestro molde (el mio es un desmoldable de 22 cms).
Cortamos las rodajas de piña en trozos pequeños (no tirar el jugo) y los colocamos encima del caramelo líquido, cubriendo toda la base de nuestro molde. Reservamos.
En un bol ponemos un vaso grande de leche (lo sacaremos del litro que tenemos reservado para la tarta) junto con el jugo de piña reservado. Añadimos los dos sobres de preparado para flan y removemos hasta que no queden grumos.
En una cazuela vertemos el resto de la leche y la mezcla de flan con jugo de piña y lo ponemos a cocer a fuego medio, sin dejar de remover, hasta que empiece a hervir.
Sin dejar que se enfríe, lo verteremos en nuestro molde hasta llenarlo por completo o hasta vaciar la preparación. Esperamos a que atempere hasta entibiar, tapamos con papel film y dejaremos cuajar completamente en la nevera. Mejor de un día para otro.
Solo queda atemperarlo para poder desmoldarlo. Sacudimos un poco para despegarlo de los lados y la base, le colocamos un plato boca abajo, le damos la vuelta y listo.
Una textura suave y un agradable sabor a piña. ¡Super, super delicioso!
Podéis hacerle una base con bizcochos soletilla o con una plancha de bizcocho. Sólo tendréis que colocarla en el momento que empiece a entibiar para que no se vaya al fondo. Tiene que quedar pegada pero no hundida. Podéis mojarlo en zumo de piña, si es de vuestro agrado. Queda riquísimo.