Primero preparamos la masa y ponemos el horno a 190º. Tamizamos la harina, la mezclamos con la mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar y la yema, amasamos bien hasta formar una masa homogénea. Formamos una bola, forramos con film o papel de aluminio y la dejamos en la nevera durante dos horas. Pasado ese tiempo la sacamos y la estiramos sobre una superficie enharinada. Forramos el molde con papel vegetal. Cortamos primero la base y la colocamos en el fondo del molde, luego cortamos los bordes y los vamos colocando alrededor haciendo un poco de presión para que quede bien adherido a la base. Pinchamos toda la masa varias veces con un tenedor y ponemos encima los garbanzos (para que cuado se cocine la masa no se caiga). Lo dejamos cocer durante diez minutos a altura media. Dejamos templar y quitamos los garbanzos.
Para el relleno, batiremos el requesón con el azúcar, los polvos para pudding, la ralladura del limón y los huevos, hasta que se mezclen bien todos los ingredientes. Montamos la nata y la añadimos a la mezcla anterior con movimientos envolventes. Rellenamos la masa que habíamos cocido anteriormente y llevamos al horno durante 60 minutos aproximadamente y bajamos la temperatura a 180º. Dejamos enfriar y desmoldamos.
Las fresas las partimos a la mitad, lavamos y escurrimos. Las vamos poniendo sobre el pastel de manera que quede bonito. Preparamos la gelatina como sugiere el fabricante y pincelamos las fresas para que queden con brillo.
Al hacer el requesón subió y luego se hundió, por eso hice una crema de fresas con puré de fresas más nata, con eso nivelé la superficie y luego coloqué las fresas. Espero les guste
Comentarios de los miembros:
Buena receta gracias.
Se ve muy calurosa