Empezaremos triturando las galletas en una picadora o aplastándolas con un rodillo o una botella, si no tenemos picadora.
En un bol las mezclamos con la mantequilla a temperatura ambiente, hasta que quede todo bien mezclado. Os aconsejo hacerlo con las manos, para comprobar que está bien homogéneo.
Estas tartas frías podemos hacerlas en moldes desmoldables o sobre un plato con un aro de repostería, unos cortapastas. Yo utilicé unos cortapastas de plástico de Ikea y unos moldes de silicona tamaño magdalena con forma de flor.
Colocamos los moldes sobre un plato, y ponemos una capa de mezcla de galleta, apretando bien sobre los bordes, para que luego no se escape nada de crema de queso .