Freezer Friendly: ¿Qué alimentos puedo congelar y durante cuánto tiempo?
La congelación es una de las formas más seguras y prácticas de conservar los alimentos, eso se debe a la capacidad del frío para frenar el crecimiento de bacterias. Este sistema ofrece muchas ventajas: ayuda a evitar el desperdicio de alimentos, permitiendo conservar alimentos frescos o sobras que de otro modo se perderían; permite optimizar la compra, comprando en grandes cantidades a precios más baratos; y ahorra tiempo, ya que se pueden preparar comidas con antelación y tenerlas listas cuando se necesiten.
Sin embargo, no todos los alimentos se prestan a la congelación, y para cada uno de ellos es esencial respetar el tiempo máximo de conservación para garantizar su calidad y seguridad. ¿Qué alimentos se pueden congelar? ¿Durante cuánto tiempo? Descúbrelo en este artículo, en el que encontrarás consejos y trucos útiles para dominar esta práctica.
Verduras
Las espinacas, los calabacines, las zanahorias, los guisantes y el brócoli deben escaldarse antes de pasar a congelarlos, así conservarán mejor su textura, sabor y valor nutritivo. El escaldado, consiste en cocer las verduras en agua hirviendo durante unos minutos seguidos de un enfriamiento rápido en agua helada, sirve para desactivar las enzimas que podrían deteriorar el color y la frescura durante la congelación. Este proceso también ayuda a reducir el tiempo de cocción una vez descongeladas, dejándolas listas para usar en sopas, guarniciones o salteados.
Caducidad: 8-12 meses.
Precaución: No congelar verduras de hoja verde frescas como la ensalada: la estructura celular se rompe durante la congelación, por lo que quedan blandas y poco crujientes una vez descongeladas.
Fruta
Las fresas, los arándanos, los plátanos (preferiblemente cortados en rodajas o trozos), los mangos y las piñas se congelan excelentemente, conservando su sabor y la mayor parte de sus nutrientes. Antes de congelarlas, conviene lavarlas bien, secarlas y extenderlas en una bandeja para que los trozos no se peguen entre sí, y luego pasarlas a bolsas o recipientes de congelación. Una vez descongeladas, estas frutas son perfectas para preparar refrescantes batidos, postres cremosos como helados y mousse de frutas, o mermeladas caseras. También se pueden utilizar directamente congeladas para enriquecer yogures, cereales o cócteles.
Caducidad: hasta 12 meses.
Precaución: no congelar frutas con alto contenido en agua (como la sandía, melones, uvas): la formación de cristales de hielo altera su estructura, haciéndolas blandas y acuosas al descongelarlas.
Carne
El pollo, la ternera, el cerdo y el cordero se conservan perfectamente en el congelador, manteniendo su sabor y sus valores nutritivos, siempre que se congelen frescos. Para una manipulación más práctica, es aconsejable separar la carne en porciones individuales o familiares antes de congelarla. Esto facilita la descongelación y reduce el desperdicio al evitar tener que descongelar más de lo necesario. Utiliza bolsas de congelación bien cerradas o recipientes herméticos para evitar quemaduras por congelación, que pueden comprometer la calidad del producto.
Tiempo de conservación: 6-12 meses (carne roja), 9 meses (pollo y pavo).
Pescado
Los lomos de pescado, las gambas y el marisco deben congelarse muy frescos para conservar mejor su sabor, textura y propiedades nutritivas. Es importante enjuagarlos suavemente con agua fría, secarlos con papel de cocina para eliminar el exceso de humedad y, en el caso de los mariscos, quitarles las conchas o impurezas. Es aconsejable racionarlos en bolsas de congelación o recipientes herméticos, eliminando todo el aire posible para evitar quemaduras por frío. En el caso de los langostinos, puedes elegir congelarlos con o sin cáscara; con la cáscara se conservarán mejor protegidos.
Tiempo de conservación: de 2 a 6 meses.
Productos lácteos
Los quesos duros, como el Parmesano, el Grana Padano y el Pecorino, se congelan muy bien, manteniendo intactos su sabor y calidad. Es aconsejable rallarlos o cortarlos en trozos antes de congelarlos para poder utilizarlos fácilmente en las recetas. En cambio, los quesos frescos, como la mozzarella, la ricotta o el queso de untar, tienden a perder consistencia y a volverse acuosos una vez descongelados, por lo que son menos aptos para el consumo directo, pero aún utilizables en preparaciones cocinadas como lasañas o cheesecakes.
La leche y la mantequilla también pueden congelarse sin dificultad. La leche debe dividirse en porciones prácticas antes de introducirla en el congelador, y una vez descongelada es importante agitarla bien para recomponer las grasas que puedan separarse.
Conservación: de 3 a 6 meses.
Precaución: No congelar la nata fresca, debido a su alto contenido en grasa, la nata tiende a separarse en agua y grasa durante la congelación, lo que afecta a su textura y sabor.
Huevos
Los huevos pueden congelarse batidos (sin la cáscara) para conservarlos más tiempo sin desperdiciarlos. Antes de congelarlos, rompa los huevos en un bol, bátelos ligeramente para mezclar la yema y la clara y viértelos en recipientes o bolsas de congelación, preferiblemente en porciones (por ejemplo, uno o dos huevos por recipiente) para facilitar su uso posterior. También se pueden congelar sólo las yemas o sólo las claras por separado, añadiendo una pizca de sal o azúcar a las yemas para evitar que se endurezcan.
Caducidad: 10-12 meses.
Precaución: No se recomienda congelar huevos enteros con cáscara. La expansión del líquido interior puede hacer que la cáscara se rompa y contamine todo el congelador.
Platos preparados
- Sopas, cremas y caldos: se congelan perfectamente, manteniendo intacta su cremosidad. Recuerda dejarlas enfriar completamente antes de congelarlas. Caducidad: 2-3 meses.
- Lasaña y canelones: tanto cocidos como crudos, se congelan perfectamente. Recuerda dividirlos en porciones individuales antes de congelarlos. Caducidad: 3 meses (cocidos), 2-3 meses (crudos).
- Pizza, tartaletas saladas y quiches: tanto la pizza como las tartaletas saladas o las quiches se congelan perfectamente una vez cocinadas. No olvide envolverlas bien en film transparente para evitar que se sequen. Caducidad: 2-3 meses.
- Albóndigas y pasteles de carne: Las albóndigas y el pastel de carne son un comodín en la cocina. Puedes congelarlo cocinado o crudo, siempre tendrás una comida completa y sabrosa lista para recalentar. Caducidad: 3 meses (cocidas), 4 meses (crudas).
- Salsas para pasta y sofritos: Prepara mucha salsa o sofritos y congélalos en porciones individuales. Caducidad: hasta 3 meses.
Consejos prácticos para congelar
- Utiliza recipientes adecuados: Elige bolsas de congelación o recipientes herméticos para evitar que los alimentos se quemen por el frío.
- Etiquétalo todo: Escribe la fecha y el contenido para saber siempre lo que has congelado.
- Congela en pequeñas porciones: Esto facilita la descongelación y reduce el desperdicio.
- Descongela lentamente: Descongela los platos en el frigorífico para evitar fluctuaciones de temperatura.