Limpiamos los higos con un paño húmedo y los cortamos con un cuchillo bien afilado. Ponemos una sartén grande a fuego fuerte con una cucharadita (de las de té) de mantequilla.
Cuando la sartén esté bien caliente pasamos los higos solo por la parte de la pulpa. La de la piel no. Tienen que estar a fuego fuerte porque solo tenemos que sellarlos con la mantequilla.
Los retiramos a un plato. Aquí veis como quedan doraditos. Los untamos con queso cremoso ayudándonos de una cuchara de postre.
Freimos el bacon en una sartén sin nada de aceite hasta que esté doradito.
Ponemos por encima de los higos ayudándonos de una cucharita de postre. Servimos inmediatamente.
Comentarios de los miembros:
La receta la voy hacer
Una delicia muy natural