La lechuga es uno de los principales componentes de la ensalada; sin embargo, hay veces que puede terminar aburriendo, por eso es importante ir variando en los productos que se utilizan para las ensaladas. Por ejemplo se puede utilizar el arroz y la pasta, aunque daros cuenta que van a tener bastantes más calorías. En este caso, utilicé pasta que me había sobrado de días anteriores, ya que como somos sólo dos en casa cuando cuezo pasta suelo echar más para que así me sobre para más días.
Lo primero que vamos a poner es a hervir la pasta siguiendo las instrucciones del paquete con un chorrito de aceite y una hoja de laurel.
Una vez que ya está la escurrimos y la remojamos con agua fría. A continuación, limpiamos los champiñones, si no están muy sucios no hace falta ponerlos debajo del agua, si no que se pueden ir limpiando poco a poco con un trapo. Los troceamos y los ponemos a freír con un poco de aceite.
Una vez que ya están fritos los champiñones, les añadimos el bacon también cortado en tiras. Mientras tanto en una ensaladera colocamos la pasta con el queso cortado en taquitos.
Ahora hacemos la vinagreta, simplemente en un vaso colocamos el aceite, la soja y la albahaca y la removemos bien.
A está ensalada no le añado sal, ya que con la soja creo que es suficiente. Ahora sólo nos queda montar el plato, añadimos a la ensaladera el champiñón y el bacon y la vinagreta por encima para darle sabor y ya está listo para comer.
Es una ensalada muy simple de hacer, pero la mezcla entre frío y caliente le da un sabor buenísimo. Espero que os haya gustado.