En un recipiente amplio añadimos 500 gramos de carne picada de ternera, 250 gramos de carne picada de cerdo, cebolla cortada lo más finamente posible, un diente de ajo también cortado finamente, pan rallado, las cinco cucharadas de leche, una cucharadita de sal, una cucharadita de pimienta negra molida y el huevo, y con las mano bien limpias amasamos la mezcla hasta integrar todos los ingredientes.
Cuando ya tenemos todos los ingredientes bien mezclados, vamos cogiendo porciones de la masa y con las manos bien limpias le vamos dando forma redonda y a medida que vamos formando las albóndigas las dejamos en un plato o recipiente. Con estas cantidades me han salido 27 albóndigas, así que como son muchas voy a congelar más o menos la mitad y la otra mitad la utilizaré para esta receta.
Ahora en una sartén añadimos un chorrito de aceite y dejamos que se vaya calentando a fuego medio. Cuando el aceite ha cogido temperatura, añadimos las albóndigas y dejamos que se doren por todos los lados. Y cuando ya están doradas las ponemos en un recipiente apto para horno.
Ahora cubrimos el recipiente con papel de plata y lo metemos al horno que ya estará previamente precalentado a 180º durante 30 minutos.
Mientras las albóndigas están en el horno, nos ponemos con la salsa. Para ello, en una cazuela añadimos la mantequilla y cuando se derrita añadimos la harina, rehogamos la harina durante un par de minutos para que la salsa no sepa a harina cruda. Después, añadimos el caldo de verduras y el caldo de carne y removemos bien. Después añadimos la nata líquida y lo mezclamos para que se integre. Incorporamos 2 cucharaditas de salsa de soja y por último añadimos una cucharadita de mostaza de Dijon, mezclamos y dejamos que la salsa de un hervor.
Ahora sacamos las albóndigas del horno y las incorporamos a la salsa y dejamos que se cocinen a fuego medio durante unos 5 minutos y ya estarían listas para comer.