Para los que gustan del arroz como a mi, les traigo una propuesta 100% de mi inspiración. Es una receta a medio camino del risotto porque empleé un poco de mantequilla, pero pasé por alto el toque del queso. Seguro que si lo prueban no lo echarán en falta. Con sólo un puñado de pistachos tostados y unos dátiles sin huesos conseguirás un plato 10 en sabor y textura.
En una cacerola de fondo amplio y grueso pon a calentar la mantequilla y cuando se haya derretido agrega la cebolleta picada en brunoise o cubitos bien pequeños. Una vez comience a tomar color agrega los pistachos y los dátiles.
Un minuto después incorpora el arroz y remueve bien para se pringue bien con la mantequilla y a continuación vierte el vasito de vino, sube un poco el fuego y deja evaporar.
Ahora echa el caldo de pollo y reserva un poco para después por si fuera necesario. Pon el fuego de bajo a media intensidad, tapa bien y deja unos 15-18 minutos. Cuando haya transcurrido un poco más de la mitad del tiempo remueve para que no se pegue y vuelve a tapar.
Cuando haya absorbido el líquido, si está muy seco, riega con el caldo que habíamos reservado, retira del fuego y deja reposar unos pocos minutos antes de remover y servir. Ahora sí corona con una loncha de jamón y unas hojas de menta o perejil en su defecto, y listo para disfrutar.
Si te gustan los sabores exóticos, valdrá la pena probarlo. Un saludo