Troceamos el cazón en trozos pequeños, no demasiado porque luego mengua mucho al freírlo, que sean de bocado. Le ponemos sal.
Le añadimos todos los ingredientes (los ajos machacados con su piel y el laurel a trozos) y lo dejamos macerar de un día para otro o 2 días, yo lo dejo dos días en un tuppers en el frigorífico.
Lo escurrimos bien y lo secamos con papel de cocina. Lo pasamos por harina, mejor si es especial para frituras y lo freímos en aceite bien caliente, para que se doren por fuera y queden jugosas por dentro.