En una cazuela de barro pongo 3 cucharadas de aceite virgen, en el que doro los ajitos fileteados y las guindillas. Antes de que tomen demasiado color, añado las cocochas.
A los pocos minutos, alrededor de las cocochas se empezará a formar una espumilla. Esta es la gelatina del pescado que asoma al calor del fuego. Hay que evitar que se caliente en exceso y si es necesario, separamos unos segundos la cazuela del fuego.
Empezamos a agitar la cazuela de barro con movimientos circulares y en 2-3 minutos el aspecto será espesito. No utilizaremos NUNCA ni harina ni maizena !
Probamos de sal, espolvoreamos con abundante perejil picado y llevamos a la mesa.
Las cocochas o kokotxas (como se conocen en el País Vasco) son a mi entender, la parte más rica del bacalao y la merluza. Son unas pequeñas piezas de carne que se encuentran bajo la mandíbula inferior del pescado y las que más gelatina tienen. No son nada baratas, más bien diría yo que tienen un precio muy elevado, pero ésta delicia merece la pena estirar un poco el presupuesto. He utilizado cocochas de bacalao saladas que tuve en agua fría durante 24 horas, cambiándoles el agua 3 veces durante este tiempo.
El pescado, en éste caso el bacalao, desalado, da mucho más juego para hacer ésta receta, al menos en mi caso, eso sí, quien quiera picante que se lo eche aparte, ni mi paladar, ni mi riñón me lo aceptan, una receta genial, aunque con bacalao, todas las recetas son geniales, es fácil acertar !!!
Comentarios de los miembros:
¡¡¡ EXPECTACLAR !!!
El pescado, en éste caso el bacalao, desalado, da mucho más juego para hacer ésta receta, al menos en mi caso, eso sí, quien quiera picante que se lo eche aparte, ni mi paladar, ni mi riñón me lo aceptan, una receta genial, aunque con bacalao, todas las recetas son geniales, es fácil acertar !!!
Buenisimas y facil de elaborar este plato
Ummmm
Muy buen aspecto y fácil de hacer