En una cazuela ponemos abundante agua a hervir, añadimos una pizca de sal y añadimos la pasta y la cocemos siguiendo las indicaciones del fabricante.
Después, en una cazuela, añadimos la leche y una cucharada de maicena y mezclamos bien. Después, añadimos una cucharadita de mostaza, una pizca de sal y pimienta al gusto y lo mezclamos todo bien. Después, añadimos la mantequilla y dejamos que se derrita y a continuación añadimos el queso cheddar y mezclamos hasta conseguir una salsa cremosa.
A continuación, añadimos la pasta cocida y la mezclamos con la salsa.
Ahora añadimos la pasta en un recipiente apto para el horno. Añadimos el queso parmesano por encima.
Y lo metemos en el horno, que debe estar previamente precalentado. Lo metemos en la parte de arriba del horno y lo dejamos 15 minutos a 200 grados centígrados. Y después dejamos 3 minutos más con el gratinador. Lo sacamos del horno y ya estaría listo para comer.