Pica el ajo muy finito y rehogalo con las dos cucharaditas de aceite en una sartén grande hasta que estén doraditos.
Añade las espinacas y cocina 2 ó 3 minutos. Sube un poco el fuego e incorporar la mantequilla, la nuez moscada, la sal y la pimienta. Escurre y pica las espinacas.
Mientras, en un bol aparte, mezclamos la ricotta, 50 g del parmesano rallado y los piñones. Agregamos las espinacas y la cucharadita de zumo de limón y removemos bien. Probamos y rectificamos si fuera necesario.
Tapamos el bol con film y lo metemos en la nevera al menos durante 30 minutos. Tras esa media hora, ya tenemos el relleno listo para ir haciendo nuestros ravioli.
Cuando los tengamos listos, los echamos a cocer durante unos 7 o 10 minutos, en una olla con agua con sal a punto de ebullición y mientras vamos preparando la salsa.
Mientras la pasta se cuece, prepararemos la salsa poniendo la lata, los dos quesitos y los 30 g de queso parmesano en un cazo y removemos continuamente hasta que el queso se haya desecho. Si fuera necesario, para deshacer grumos, nos ayudaríamos de nuestra batidora.
En cuanto la pasta esté lista, verteremos la salsa por encima y servimos de inmediato.
Comentarios de los miembros:
Fácil y sencillas