Cortamos la berenjena en trozos de 2cm como máximo, la salamos y la colocamos en un colador. De esta manera la sal hará sudar a la berenjena y así perderá su amargor.
Cocer la pasta en función de las especificaciones del fabricante. En este caso nosotros hemos elegido unos Strozzapreti al aroma de guindilla y albahaca, los podréis encontrar en tiendas especializadas pero en Carrefour venden de la casa Dalla Costa y el resultado es bueno, el precio sube un poco pero recordad que podéis usar cualquier otro tipo de pasta corta.
Calentamos el aceite en una sartén y pochamos tanto la cebolla como el ajo hasta que la cebolla quede blanda y transparente. Añadimos el brandy lo dejamos cocer para que evapore el alcohol. Añadimos la berenjena y seguimos cociendo sin dejar de mover hasta que esta se ablande.
Añadimos la salsa de tomate y el agua, dejamos que rompa a hervir. Echamos la mitad de la salsa en un recipiente junto a la pasta y mezclamos. Servimos en platos y añadimos más salsa por encima junto al queso parmesano.