Rociaremos nuestros moldes con espray desmoldante o con un poco de mantequilla (en este caso utilicé dos moldes de 15cm. de diámetro)
Tamizaremos la harina con la levadura y el jengibre, reservamos.
Dejaremos también rallado el calabacín con o sin piel, como más os guste.
Mezclaremos el aceite con el azúcar y luego le añadiremos un huevo, batimos bien y cuando esté integrado añadimos el otro.
Ahora le echaremos la harina con la levadura y el jengibre y mezclaremos con suavidad hasta que no veamos grumitos de harina, luego le pondremos el calabacín con una espátula o con una cuchara mismo, un par de vueltas y listo.
Repartimos nuestra masa en los dos moldes y los meteremos al horno unos 25 minutos más o menos, pasado ese tiempo los pinchamos con un palillito, que sale seco los retiramos, que no, pues lo vamos dejando de 5 en 5 minutos más.
Una vez fuera del horno los dejaremos enfriar bien, encima de una rejilla.
Para hacer la crema de queso lo primero que haremos será tamizar bien el azúcar (éste paso es súper importante, recordad!!) y lo mezclaremos con la mantequilla y las cucharadas de leche, empezaremos con la velocidad al mínima e iremos subiendo, hay que mezclarlo bien, así que tranquilamente nos podemos tirar 4 o 5 minutos.
Luego una vez pasado ese tiempo le pondremos el queso que estará frío de nevera, 3 minutillos más de varillas y listo.
Con ésta cantidad de crema tenéis más que suficiente para rellenar y cubrir la tarta, yo lo que hice primero fue nivelar los bizcochos con una lira y una vez hecho, lo rellené y lo cubrí con la crema, y lo acabé decorando con unos sprinkles de colorines. Un apunte! yo os recomiendo que cuando la vayáis a consumir la dejéis por lo menos una horita a temperatura ambiente, así la crema estará más blandita y más rica.
Comentarios de los miembros:
Bueniisima!