Preparar la crema siguiendo las instrucciones del sobre y dejar enfriar.
Desenrollar la lámina de hojaldre y pincharla con un tenedor para que no "suba". Disponer el hojaldre en un molde para tartas forrado con papel vegetal para horno. Se puede aprovechar el que acompaña al hojaldre (esto ayudará a desmoldar la tarta una vez acabada). Poner otro papel vegetal sobre el hojaldre y volcar los garbanzos secos. Hornear a 160 grados con ventilador hasta que el hojaldre esté dorado. Así obtendremos el hojaldre en forma de tarta, listo para rellenar. A esta forma de hornear la masa se le llama "hornear en blanco". Mientras el hojaldre se enfría pelar la fruta.
Cortar la piña en rodajas y estas por la mitad; cortar el kiwi en rodajas; eliminar las hojas verdes de las fresas y éstas cortarlas a lo largo por la mitad. Deshuesar las cerezas. Retirar los garbanzos para desmoldar la base de hojaldre y eliminar el papel vegetal. Extender la crema sobre la tarta de hojaldre, procurando que quede lo más lisa posible y seguidamente decorar con la fruta empezando por formar el círculo exterior con las medias rodajas de piña para seguir construyendo círculos interiores con el resto de la fruta.
Preparar la cobertura para tartas siguiendo las instrucciones del sobre y pintar la fruta con delicadeza procurando que la cobertura no se deslice hacia la crema, ya que reblandecería el hojaldre. Dejar secar. Conservar en el frigorífico hasta el momento de servir.
Comentarios de los miembros:
Muy bueno, riquísimo, delicioso