En un bol ponemos el azúcar con los huevos y batimos con varillas hasta que blanqueen y doblen el volumen, añadimos el colorante, batimos y luego añadimos la harina con la pizca de sal y movemos con espátula hasta integrar. Lo ponemos en un molde y llevamos al horno 10 minutos a 180º. Sacamos, enfriamos, desmoldamos y cortamos por la mitad.
Para hacer el bizocho de vainilla haremos lo mismo pero en lugar de ponerle colorante le pondremos la vainilla. Sacamos, enfriamos, desmoldamos, recortamos para hacer un disco 3 dedos más pequeño de circunferencia y cortamos por la mitad (lo de cortarlo más pequeño es para que se vean 2 pisos diferenciados pero se puede obviar este paso y hacer una tarta de 4 pisos iguales)
Para el relleno: Calentamos medio vaso de nata y retiramos cuando rompa a hervir. Añadimos la gelatina ya blanda, damos unas vueltas y reservamos hasta que temple. Montamos el resto de la nata con el azúcar y luego con cuidado le añadimos la nata con la gelatina. Dejamos enfriar y que coja cue
Una vez hecho esto montamos la tarta: Ponemos la mitad del bizcocho rojo, encima pondremos una capa generosa de mermelada de fresas, encima una capa generosa de nata (con cuidado para que no se mezclen los colores) y ponemos la otra mitad de bizcocho rojo, le ponemos un poco de almibar, mermelada y más nata. Encima pondremos la mitad del bizcocho de vainilla y haremos lo mismo: almibar, mermelada y nata, el otro bizcocho y terminaremos sólo con nata.
Decoramos por encima con fresas en almibar y rodeamos los dos pisos con huesitos y neulas (si es un solo piso haremos lo mismo por toda la circunferencia). Rodeamos la tarta con un lazo decorativo (sirve para sujetar los huesitos y que queden bien pegados con la nata)