Comenzamos con la masa. Trituramos las galletas. Las mezclamos con la mantequilla derretida. Cubrimos la base de una forma de tartaleta. La cocemos en horno precalentado 180º durante 10 minutos. Reservamos y dejamos que se enfríe.
Vamos con el relleno. Mezclamos en un bol el café con el agua y 85 g de azúcar, hasta que el azúcar se disuelva. Espolvorea la gelatina sobre esta mezcla, hasta que esté bien incorporada. Este paso tiene su aquel.
Lo tuve que volver a calentar. Deja que se enfríe. Sino al juntarlo con la nata montada, ésta hará y se derretirá. Tiene que engordar un poco pero no solidificarse del todo. Montamos la mitad de la nata. Cuando comienza a tomar cuerpo, le añadimos 85 g de azúcar.
Luego el cacao tamizado. Seguimos batiendo un momentín hasta que esté firme. Cuando la mezcla café-gelatina ya esté fría, la añadimos a la nata-cacao con cuidado para que la nata no baje.
Vierte esta mezcla en la masa-oreo de la tartaleta. Para matar la espera, hacemos los rizos de chocolate : Con un pelador de patatas, sacamos rizos de chocolate de las onzas. También se puede derretir el chocolate, extenderlo sobre el mármol y cuando esté frío pero no del todo, con un cuchillo vamos haciendo los rizos.
Antes de servirla, montamos el resto de la nata con el resto del azúcar (15 g o una cucharada sopera) y lo ponemos artísticamente (si sabemos, que no es mi caso) sobre el relleno. Espolvoreamos sobre la nata montada. Cortamos. Comemos.