Utilizamos la berenjena en nuestra dieta cotidiana, pero a menudo no le sacamos todo el partido que podríamos. Esta verdura es tan versátil, que se adapta a cualquier tipo de plato, y además, queda bien :)
A la plancha, rebozadas, picadas en sofrito, como revuelto, con miel, como acompañamiento, en pasta, en masa de croquetas, rellenas o incluso en forma de mini pizzas! Existe un plato en el que es la total protagonista: La mousaka, de origen griego, es una versión de la lasaña, en la que se sustituye las placas de pasta por láminas de berenjena. Delicioso!
Es recomendable, que antes de cocinarla, realices un pequeño paso para evitar que amarguen cuando las comas. Se trata de cortar la berenjena en discos (o de la manera deseada), colocarlas sobre una placa y espolvorear sal por encima. Lo dejaremos reposar entre 15 y 30 minutos. Luego las enjuagamos en agua y las tendremos listas para cocinar. Esta técnica recibe el nombre de "dégorger" (restituir, depurar...). De este modo no tendremos ese incomodo amargor que puede provocar una mala digestión.
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Buen provecho! :)