Aaaaah un gofre ¡qué bueno!. Sólo con leer la palabra ya nos llega el embriagador olor de este dulce belga.
Con masa crujiente por fuera pero esponjosa y blandita por dentro, ¡nos vuelven locos! Ya sean para un desayuno especial o para una merienda original, siempre sientan de maravilla.
¿Y qué hay de lo acompañamientos y toppins capaces de mejorarlos todavía más? Con una bola de helado, con crema de chocolate o chantilly ¡o incluso ambos! Haríamos mal en privarnos de tal placer ;-)
Que están buenísimos eso lo sabemos (o lo intuimos fuertemente) pero lo que igual no sabías es que hacerlos en casa es sencillísimo. Eso sí, necesitarás nuestra receta infalible y también una gofrera o una sándwichera en la que podamos intercambiar las rejillas y poner las típicas que dan forma esta especie de barquillo. Si te decides a hacerlos no te preocupes por hacer de más ya que los gofres se pueden conservar en buen estado y te vamos a contar cómo hacerlo para que no se queden resecos ni pierdan su textura crujiente.
Compartimos contigo nuestros mejores consejos para conservar gofres en buen estado, y así poder disfrutar de ellos unos días más ;-)
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Para ver las recetas de los gofres que os mostramos al final del artículo simplemente tendrás que pinchar sobre la imagen.