Primero de todo necesitáis un paellero de gas y una sartén hermosa de hierro para que no os salga muy gorda la gachamiga y se cueza bien.
Partir la cebolla en trocitos pequeños. Los dientes de ajo no los peléis hacedles un corte en medio. Partir la longaniza en trozos pequeños.
Encender el paellero y calentar el aceite en la sartén. Echar la cebolla y dorar. Apartar la cebolla en un plato y dorar los ajos también debéis sacarlos después. Dorar por último las longanizas y apartar de nuevo en el plato.
Echar la harina poco a poco removiendo constantemente con la rasera para evitar que se formen grumos. Cuando tengas un líquido de color tostado agrega el agua y remueve. Este líquido debe ir espesando como una bechamel y debemos ir moviendo de las paredes hacía el centro para evitar que se pegue. Cuando veamos que necesitamos aceite ( a media cocción más o menos) añadiremos la cebolla, los ajos y la longaniza y seguiremos cociendo.
Al final debemos darle la vuelta como una tortilla en el aire para que se toste por los dos lados y lista para comer. Esta comida es típica de días de invierno que llueve y hace frío y se acompaña con un buen vino tinto. Que os aproveche.