Precalentamos el horno a 200º calor arriba y abajo. Vamos cortando la masa quebrada en círculos según el tamaño de nuestro molde de tartaletas. Cortar con un vaso grande.
Colocamos los redondeles en los moldes y pinchamos la base con un tenedor. Así no crecerá cuando lo horneemos. Si tenéis garbanzo o cualquier otra legunbre pesada podéis ponerlas encima de las tartaletas mientras las horneáis, en vez de usar el tenedor.
Las horneamos unos 10 minutos hasta que estén doraditas. Mientras vamos a cocinar la morcilla. Le retiramos la piel y la vaciamos en una sartén sin aceite (la morcilla ya soltará bastante).
La cocinamos durante unos 10 minutos a fuego medio. Quitamos el exceso de aceite que tenga. Sacamos las tartaletas del horno. Vamos rellenándolas con morcilla (no es necesario llenarlas demasiado).
En una sartén con abundante aceite vamos friendo los huevos de codorniz. Según los sacamos los colocamos encima de cada tartaleta y les echamos una pizca de sal. ¡¡Ya tenemos nuestra tartaletas listas para comer!!