Ya se está acabando la temporada de setas, pero por si todavía tenéis algunas en la nevera, aquí os dejo esta rica receta de pasta que seguro que os sorprenderá con su contraste de sabores.
Primero ponemos una olla con abundante agua a calentar, cuando rompa a hervir añadimos la sal, un chorrito de aceite y un par de hojas de laurel. Mira el paquete que te dirá el tiempo que tiene que estar cociendo la pasta.
Mientras cuece la pasta, ves cocinando las setas con aceite y ajo, tal y como te expliqué. Pueden ser las setas que más te gusten, en este caso he empleado de cardo. Las tienes que dejar como más te gustén a mi me gustan bien fritas, daros cuenta que sueltan mucha agua por lo que tardaréis un tiempo en hacerlas.
Una vez que se ha cocido la pasta, la echamos en un escurridor y la pasamos por debajo del grifo para que no se quede apelmazada. En la misma olla, echamos las setas cocinadas y la sobrasada cortada en varios trozos, cuando se haya fundido un poco, se le añade la pasta y se le da varias vueltas con una cuchara de madera para que las espirales se impregnen de todos los sabores. Yo he decidido no dejar que la sobrasada se fundiera del todo para que supiera más a este producto, pero eso va por gustos.
Una vez que la pasta está lista se emplata y se le echa un poco de albahaca por encima y ya podéis comenzar a comérosla.