Para empezar en este rico mundo de la cocina francesa, he empezado por un clásico: el soufflé de gruyere. Un acierto, usar este queso, ya que su sabor contrasta con la suavidad de los huevos.
Para la bechamel: Templar la leche en el microondas y resevar. Poner la mantequilla en una sartén y llevar a cocinar a fuego lento, una vez derretida, añadir la harina. Remover hasta que la harina coja un color dorado. Añadir poco a poco la leche, batir sin para con la ayuda de un batidor de varillas antiadherente. Una vez tengamos nuestra crema lista, añadir el gruyere, la sal, pimienta y nuez moscada. Dejar enfriar
Las claras: Batir 3 claras de huevo con una pizca de sal hasta que estén a punto de nieve.
El soufflé: Añadir 1/3 de las claras a la bechamel y mezclar con movimientos envolventes, una vez esté integrado, añadir el resto, con mucho cuidado de no bajar las claras, puedes ayudarte de una cuchara de madera.
Disponer la mezcla en los moldes para soufflé, debe quedar la mezcla 1 cm por encima del molde, y espolvorear con un poco más de queso. Precalentar el horno.
Poner los moldes para soufflé en una bandeja en la que podamos echar agua para cocer al baño maría, una vez preparada, añadir el agua hasta la mitad de los moldes y llevar al horno.
En este artículo hay algunos consejos claves para montar las claras sin problema. Deseamos que te sea de utilidad --> www.petitchef.es/aid-3197