En un bol pequeño tamizar la harina, el bicarbonato, la sal y las especias. Reservar.En un bol mediano batir la mantequilla con el azúcar hasta que quede una mezcla ligera y cremosa. Añadir la melaza, el café y el extracto de vainilla y batir hasta que quede bien incorporado.Añadir gradualmente la harina e incorporarla, con la ayuda de una espátula, hasta que se forme una masa suave y no queden restos de harina.
Quedará una masa bastante pegajosa.Dividir la masa en dos, envolverla en film transparente y dejarla reposar en la nevera como mínimo 2 horas para que esté lo suficientemente firme como para estirarla.Precalentar el horno a 190º C y cubrir una bandeja de horno con papel o silpat.En una superficie enharinada estirar la primera mitad de la masa con el rodillo hasta conseguir un grosor de unos 0.3cm. Para evitar que la masa se pegue estirar la masa poco a poco, girándola y enharinándola tantas veces como sea necesario.
Con un cortador de galletas, cortar la masa y trasladar las galletas a la bandeja dejando un espacio entre ellas de unos 2 cm. Juntar la masa restante y repetir la operación hasta que se acabe por completo. Hornear las galletas a 190º C durante 9-10 minutos o hasta que el borde esté ligeramente dorado. Sacar las galletas del horno y dejarlas 5 minutos en la bandeja antes de pasarlas a una rejilla. Repetir todo este punto con la otra mitad de la masa.Cuando las galletas estén completamente frías, decorarlas con la glasa.
En un bol pequeño tamizar el azúcar glas. Añadir el sirope de maíz y la leche y con una espátula mezclar hasta conseguir una masa espesa. Si fuese necesario añadir un poco más de leche hasta conseguir la textura adecuada para decorar las galletas.Rellenar una manga pastelera y con una boquilla fina decorar las galletas.Dejar que se endurezca la glasa antes de guardarlas en un bote hermético.