Lo primero que haremos será poner una cazuela con agua a hervir. Y mientras el agua hierve vamos a cortar el repollo en tiras finas, primero le quitamos la parte más dura y ahora cortamos en tiras lo más finas posible. Y a medida que vamos cortando el repollo lo vamos dejando en un recipiente.
Cuando ya tenemos el repollo cortado finamente en tiras, lo añadimos al agua hirviendo y dejamos que hierva unos 20 minutos más o menos.
Mientras se cuece el repollo, nos ponemos con el resto de verduras. Pelamos y cortamos a groso modo una zanahoria y a medida que vamos cortando la verdura la añadimos a un procesador de alimentos. Cogemos un cuarto de cebolla o cebolleta y también la troceamos. Troceamos un diente de ajo. Cogemos medio pimiento verde y lo troceamos también, y hacemos lo mismo con medio pimiento rojo y procedemos a triturarlo todo. Nos debe quedar todo muy bien picado.
Cuando ya tenemos el repollo cocido, lo ponemos en un colador y dejamos que escurra la mayor cantidad de agua posible. El agua de la cocción no lo tiréis, lo vamos a utilizar más adelante.
Ahora añadimos 2 cucharadas de levadura nutricional al procesador de alimentos, y añadimos también el repollo bien escurrido. Y trituramos todo hasta que se forme una masa.
Ahora añadimos la masa a un recipiente amplio. Y como está demasiado blanda, vamos a ir añadiendo pan rallado poco a poco para conseguir una masa más compacta y manejable, mezclamos bien el pan rallado. Cuando la masa ya esta compacta, la metemos mínimo media hora en la nevera.
Una vez que la masa ya ha reposado en la nevera, procedemos a dar forma a las albóndigas, para ello, vamos cogiendo porciones de masa con una cuchara y con las manos bien limpias le vamos dando forma, después las pasamos por harina y a medida que vamos haciendo las albóndigas las vamos dejando en un plato.
Ahora en una sartén añadimos un chorrito de aceite y cuando se caliente añadimos las albóndigas. Las freiremos a fuego medio hasta que se doren, después las retiramos a un plato y reservamos.
Ahora en una sartén añadimos un chorrito de aceite y cuando ha cogido temperatura añadimos una cucharada de harina y rehogamos la harina durante un par de minutos más o menos. Después, añadimos una cucharadita de pimentón y removemos bien y seguido añadimos el agua de la cocción del repollo. Removemos bien y le ponemos sal al gusto y a fuego medio dejamos que vaya reduciendo la salsa.
Cuando la salsa ya ha reducido un poco añadimos las albóndigas a la salsa y dejamos que se cocinen a fuego medio durante unos 5 minutos. Y listo!!
Muchas gracias!!!