La vuelta al mundo en 9 platos veganos icónicos de la cocina internacional: Tradición y sabor sin fronteras (Y sus recetas)

El falafel junto al hummus son dos pilares de la cocina libanesa que han trascendido fronteras. El hummus, un puré de garbanzos con tahini, ajo, zumo de limón y aceite de oliva, es nutritivo y delicioso. Por otro lado, el falafel, croquetas de garbanzos muy crujientes, es un plato que combina historia y sabor. Según la tradición, el falafel nació como una alternativa vegan a durante períodos de ayuno religioso en el Medio Oriente. Ambos platos suelen servirse juntos, acompañados de pan pita y vegetales frescos.

El chana masala o curry de garbanzos es mucho más que un plato: es una institución en la India. Elaborado a base de garbanzos y enriquecido con especias como el cúrcuma, comino o jengibre, este guiso es una fuente de energía y sabor. En India, donde gran parte de la población sigue dietas vegetarianas o veganas por razones religiosas, el chana masala, el aloo gobi (patatas y coliflor especiadas) o el dahl de lentejas rojas ocupan un lugar especial en la cocina diaria.

La ensalada de col japonesa, también conocida como ensalada de col estilo "katsu", es un acompañamiento popular en Japón. Esta receta se caracteriza por finas tiras de col aderezadas con una mezcla de vinagre de arroz, salsa de soja, azúcar y aceite de sésamo. Su frescura y ligereza contrastan con los platos más contundentes, reflejando el equilibrio que define la cocina nipona.

La ratatouille, originaria de la región de Provenza, es un plato que encarna la esencia de la dieta mediterránea. Su combinación de berenjenas, calabacines, tomates y pimientos, cocinados a fuego lento con hierbas aromáticas como el tomillo y el romero, es una celebración de los productos frescos de temporada. Se sirve como plato principal o guarnición, siempre acompañado de una buena baguette crujiente.

La caponata es un plato siciliano que destila la esencia del Mediterráneo. Sus ingredientes principales son las berenjenas, los tomates, el apio y las alcaparras, realzados con un toque agridulce de vinagre y azúcar. Este plato, que suele servirse frío, es un homenaje a la influencia árabe en la cocina siciliana. ¡Realmente deliciosa!

El salmorejo, quizás algo menos conocido internacionalmente que el gazpacho (también vegano) es un emblema de la gastronomía andaluza, particularmente de Córdoba. Su textura aterciopelada y su sabor intenso, logrado con tomates maduros, pan, ajo y aceite de oliva virgen extra, lo convierten en un imprescindible de la cocina mediterránea. Aunque su presentación tradicional incluye huevo duro y jamón, en la versión vegana basta con eliminarlos e incluir unos picatostes. Este sopa fría, ideal para el verano, simboliza el ingenio de la cocina española para aprovechar ingredientes simples y crear delicias culinarias.

El guacamole es mucho más que una salsa; es un emblema de la cultura mexicana. Preparado con aguacate, cebolla, tomate, cilantro, zumo de lima y una pizca de sal, este plato combina sencillez y sabor. No solo para dipear unos totopos, también es ideal para guarnecer unas quesadillas acompañar unos tacos o unos patacones.

El tabulé es una ensalada fresca y aromática que destaca por su simplicidad y sabor. Elaborada con bulgur, perejil, menta, tomate y cebolla, y aderezada con zumo de limón y aceite de oliva, es un plato ligero que simboliza la frescura de la cocina mediterránea. No solo es una opción vegana ideal, sino que también refleja la importancia de los ingredientes frescos en la dieta libanesa. Su equilibrio entre acidez y textura lo convierte en un plato irresistible.

Aunque las patatas fritas son conocidas mundialmente, pocos saben que su origen se encuentra en Bélgica.Crujientes por fuera y tiernas por dentro. Las patatas fritas, aunque simples, son un símbolo del ingenio culinario europeo.

¿Conocías todo estos platos veganos? ¿Incluirías alguno en la lista? Escríbenos en comentarios qué te han parecido. Nos encanta conocer vuestras experiencias y recetas.