Lavamos bien las berenjenas, las partimos por la mitad.
Con un cuchillo hacemos una incisión por todo el borde, con cuidado de no llegar hasta el fondo y romper la piel. Después hacemos cortes en diagonal hacia un lado y luego hacia el otro formando rombos.
Podéis ponerlas en una bandeja de horno y cocinarlas unos 25 minutos a 180º o meterlas en el microondas a máxima potencia unos 10 minutos.
Con la ayuda de una cuchara desprendemos la carne de la piel. Reservamos la piel de la berenjena.
La carne, me gusta picarla un poco con las tijeras para que no quede ningún trozo grande.
Ponemos en una sartén o cacerola aceite de oliva virgen extra y doramos los dientes de ajo pelados y picados. Añadimos las cebollas picadas y dejamos pochar a fuego suave.
Incorporamos la calabaza que hemos cortado en dados, dejamos cocinar unos 6 minutos.
Agregamos la carne de la berenjena, cocinamos unos minutos. Ponemos un poco de pimienta negra y de sal, con cuidado porque las anchoas ya aportan sal.
Por último añadimos las anchoas picadas.
Mezclamos...
Rellenamos con esta mezcla las pieles de las berenjenas.
Ponemos por encima queso rallado, en este caso he puesto unas láminas de queso al romero, y gratinamos.
Por cierto que tanto la berenjena como la calabaza tienen un escaso valor energético y son muy diuréticas por lo que es una receta estupenda para cuidar la línea.