Trocear el conejo, salar y pimentar. Reservar Untar el conejo con el adobo ?romesco?, picar la guindilla en rodajas finas y repartir por encima del conejo, dejar reposar 12 horas en frio.
Colocar en una fuente, tapar con papel de aluminio, meter al horno precalentado a 180º durante 40 minutos, pinchar y comprobar si esta tierno. Cuando ya este cocinado destapar y poner a dorar a fuego fuerte debajo del grill unos minutos para que se dore, poner por encima de la pieza de carne el mojo que nos queda en el fondo de la bandeja, nos tiene que quedar una costra.
Escaldar el tomate, pelar y quitar las pepitas o batir el tomate entero y pasar por un colador para limpiar de pieles y pepitas, poner en el vaso de la batidora, añadir una cucharada de pasta de ñora (la venden en tarritos en todos los supermercados) o la pulpa de las dos ñoras, las almendras, los ajos, la rodaja de pan frito, el pimentón (picante o dulce al gusto), el romero, la sal, una cucharada de vinagre de jerez y el aceite, batir hasta lograr una crema espesa, probar el punto y equilibrar.
Esta receta es un perfecto ?maridaje? entre un adobo inspirado en la tradicional salsa romesco, que hemos convertido en adobo y el rico, barato y ligero conejo. ¡Ojo! Se puede hacer con pollo que tiene que estar buenisimoooooooooo. El origen de la palabra romesco es mozárabe, proviene de ?remescolar? que significa mezclar y remover cosas diversas. La salsa romesco nació en el Serrallo, barrio marinero de Tarragona. Tenemos noticias de su existencia por referencias escritas desde el siglo XIX. Es reconocida universalmente como uno de los grandes platos de la cocina española. La diferencia con el autentico romesco es que en este se asan los tomates y se sofríe muy ligeramente los ajos y las ñoras. Esta versión es rápida y diferente pero con un resultado estupendo.