Se salpimenta la costilla y se adoba con el chimichurri. Se cortan las patatas de un tamaño medio y se salpimentan, se colocan en la asadera y por encima se coloca la costilla adobada. Se pone al horno a 190º en función vapor (o función ventilador) durante una hora o un poco más. A mitad de cocción se da vuelta la costilla para que quede doradita por ambos lados.
Elaboración del puré de remolacha Puré de remolacha: Picar la cebolla y rehogarla en el aceite durante 8 minutos. Añadir el vinagre, el ajo picado, el tomate troceado y la remolacha. Tapar y dejar cocer durante 45 minutos, a fuego muy lento. Salpimentar y triturar junto con la nata y el caldo hasta obtener la textura de un puré fino.
Es un plato tan sencillo como exquisito, una apuesta segura, nos encanta a todos. No os importe pringaros y comer con los dedos aquellos huesos de la costilla que son más complicados cortar con el cuchillo, no será muy fino pero es un plato para chuparse los dedos en el sentido literal. Dejamos las finuras para cuando vayamos a comer a un estrella Michelin.
Aunque acompañar el plato con puré de remolacha, es perfectamente sustituible por una ensalada o simplemente, se puede obviar y dejar como guarnición las patatas y los boniatos.