Primero de todo quitamos los extremos a las judías y troceamos, con que salgan dos o tres trocitos por judía será suficiente. Una vez hecho esto las lavamos y escurrimos.
Las ponemos en una olla con agua hirviendo con un puñadito de sal y las cocemos durante unos 30 minutos. Tiempo suficiente para que luego estén blanditas sin perder su consistencia.
Mientras se cuecen las judías tenemos que poner en una sartén con un chorrito de aceite de oliva a freir el tomate triturado y le añadimos sal al gusto. Una vez frito el tomate pasamos por la sartén los taquitos de jamón sin sal porque no le hace falta.
Cuando las judías estén listas, las escurrimos y las ponemos en la sartén junto al tomate y el jamón. Las salteamos durante unos cinco minutos y ya tendremos listo el plato de hoy.