Precalentamos el horno a 180º. Cubrimos la masa con la olivada dejando medio centímetro libre a los bordes. Ponemos los medallones de calabacín sobre la olivada.
Distribuimos las alcaparras sobre la pizza. Echamos el queso de manera que cubra el resto de ingredientes. Aliñamos con el aceite y espolvoreamos con la albahaca.
Ponemos la pizza en la parte media del horno durante 15 minutos y la subimos a la parte de arriba 5 minutos más para que salga todo doradito. La sacamos y servimos