Calentamos el aceite de oliva a fuego medio en una cazuela y sofreímos el ajo unos 2 minutos, o hasta que estén dorados.
Añadimos los tomates, el pimentón, el tomillo, la ralladura de limón, el azúcar, sal, la cebada y caldo como cuando hacemos paella, mezclamos y cocinamos a fuego lento, unos 50-60 minutos, hasta que la cebada esté al dente.
Removemos de vez en cuando, para que no se pegue a la cazuela, y añadimos caldo de vez en cuando si vemos que faltase.
Una vez hecho esto retiramos la cacerola del fuego, incorporamos el cilantro y pimienta negra recién molida al gusto. Añadimos la mayor parte del queso feta, revolvemos suavemente para que el queso no se rompa demasiado y se queda en trozos grandes.
Rectificamos de sal..Servimos en platos hondos, espolvoreamos con el queso feta y el cilantro restante, y un chorrito de aceite de oliva.
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Me fasina