Empezamos añadiendo un chorrito de aceite en una sartén y dejamos que se caliente a fuego medio. Mientras se calienta el aceite añadimos una pizca de sal al solomillo. Yo el día de hoy voy a utilizar solomillo de cerdo. Cuando el aceite ya está bien caliente, añadimos el solomillo y dejamos que se dore por todos los lados.
Mientras tanto, picamos dos dientes de ajo en trocitos pequeños, más o menos de este tamaño.
Cuando el solomillo ya está dorado por todos lados lo reservamos en un plato.
Y en esa misma sartén, sin limpiarla ni nada, añadimos un chorrito de aceite, añadimos los ajos picados y dejamos que se vayan dorando a fuego medio.
Mientras los ajos se van dorando picamos una cebolleta a groso modo, y cuando los ajos empiezan a coger color añadimos la cebolleta. Le ponemos una pizca de sal y dejamos que se vaya pochando la cebolleta a fuego medio.
Mientras la cebolleta se va pochando, troceamos un trozo de jengibre y lo incorporamos cuando la cebolleta empiece a pocharse. Rehogamos todo conjuntamente unos minutos.
Mientras tanto, vamos a trocear los dátiles. Yo estoy utilizando dátiles sin hueso. Los picamos en trocitos y los añadimos a la sartén. Dejamos que se cocinen unos minutos.
Después añadimos agua, le ponemos una pizca de sal y dejamos que se cocine a fuego medio hasta que reduzca a la mitad más o menos.
Una vez que ha reducido, procedemos a triturar la salsa.
Cuando la salsa ya está triturada la pasamos por un colador para que nos quede una salsa más fina.
Dejamos que la salsa reduzca un poco y a continuación añadimos el solomillo de cerdo que teníamos reservado. El jugo que ha soltado también lo añadimos. Dejamos que se cocine conjuntamente unos 5 minutos y ya estaría listo el plato de hoy.