Pelamos el boniato y cortamos en trozos pequeños. Ponemos en una olla, cubrimos de agua, salamos un poco y añadimos una rama de romero fresco. Cocemos hasta que esté bien blando. Escurrimos, eliminamos la rama de romero y pasamos al vaso de la batidora. Añadimos la leche y una cucharada de mantequilla, trituramos bien. Después pasamos por el chino para obtener un puré muy fino. Llenamos una manga pastelera con la boquilla que más nos guste y reservamos.
En un pequeño cuenco ponemos la mantequilla y el chocolate en trozos pequeños. Calentamos para conseguir derretirlo. Mezclamos bien y reservamos.
En una sartén con un chorrito de aceite caliente doramos bien el solomillo un par de minutos por cada lado para que se quede bien hecho por fuera pero un poco rosita por dentro. Sacamos y cortamos en seis trozos.
Para emplatar hacemos unas pequeñas flores con el puré de boniato, situamos tres trozos de solomillo y espolvoreamos todo con sal Maldon. Decoramos con una rama de romero y salseamos con un par de cucharillas de chocolate, no mucho. Servimos bien caliente.
Un buen tinto con crianza en barrica americana de la zona de Ribera del Duero será el mejor aliado para tu mesa.