Cortas los champiñones por la parte inferior, eliminando la tierra y los lavas en abundante agua fría. Los cortas en láminas mas bien gruesas y los cueces en un vaso de agua, sal y el zumo de medio limón, durante media hora.
Una vez cocidos los escurres y guardas el líquido de la cocción. En una sartén se derrites una cucharada de mantequilla en la que disuelves otra de harina y a continuación echas el jugo de cocción, una cucharada de vino, un vasito de leche, el jamón picado, los champiñones, una ramita de perejil picado muy menudo y media pastilla de caldo concentrado.
Dale vueltas y retira del fuego cuando veas una bechamel no demasiado densa. Tuesta un poco el pan de molde y pon encima de cada tostada dos o tres cucharadas de bechamel. Espolvorea con el queso y ponlo al horno en grado medio durante cinco o seis minutos.