Colocar en una cacerola 350 g de azúcar, 2 cucharadas de glucosa y 100 cc de agua (1/2 taza). Llevar a hervor para formar el caramelo. Mientras tanto mezclar en un recipiente 400 cc de leche descremada con 400 cc de crema de leche.
Controlar el punto del caramelo. Primero se formará un almíbar color rubio pálido, pasando luego a un tono rubio intenso. En ese punto se verterá la mezcla de la crema con la leche con cuidado para evitar salpicaduras.
Revolver constantemente. Retomar el hervor controlando que el líquido no se rebalse, bajando el fuego, si fuera necesario. El caramelo tenderá a volverse solido, pero con el calor del fuego volverá a disolverse en unos 10 minutos. Al cabo de 10 minutos de cocción la mezcla se pondrá de un color tostado, parecido al dulce de leche.
Ahora se puede saborizar con una barrita de chocolate picado. Enfriar y perfumar con 2 cucharaditas de esencia de vainilla. Licuar con un mixer o licuadora. En ese momento se verterán 3 tazas de whisky (una botella de 750 cc).
Integrar el whisky a la crema que, al enfriarse habrá espesado un poco. Colocar el embudo en las botellas limpias. Envasar a través del embudo y tapar. Rinde para dos botellas de 750 cc bien llenas, más tres vasitos de yapa. El licor se conserva en la heladera hasta tres meses y es conveniente agitarlo antes de consumir. No hace falta dejarlo estacionar, aunque su sabor mejora al cabo de una semana.
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