Se echa en una cacerola la sidra y se mezcla el azúcar.
También se puede hacer en la Thermomix. Se pone a calentar hasta que hierva.
Se pelan las manzanas, se parten y se añaden a la sidra. Se tritura todo.
Se cuece hasta que tenga casi la consistencia de una compota, entre 10-15 minutos. Debe quedar más bien espeso, aunque luego espesará más con las yemas.
Una vez adquirida la consistencia deseada, se quita el calor y se añaden las yemas de golpe.
Tanto en Thermomix como en la cacerola, se bate enérgicamente para que se mezclen bien las yemas sin que se cuaje ningún trozo. Se deja enfriar.
Esta sencilla crema es tan versátil como cualquier crema pastelera, pues al fin y al cabo es similar. A mí me ha gustado así en pequeños potes, sin nada más, pero puede servir para rellenar tartas, hojaldres y lo que se os ocurra. Aunque para hacerla como pot de creme, yo la he dejado más fluida que una crema pastelera, en plan cremita suave para enfermos... Le queda un bonito color de café con leche, pero te sorprende con su sabor a manzana y sidrilla. Y le he echado en cada pote una cucharadita de azúcar que fue convenientemente caramelizada con mi flamante y estupendérrimo soplete, gentileza de mi madre.
Comentarios de los miembros:
Muy rico
Gracias por esta receta, sencilla, pero atractiva