Empezaremos preparando la base colocando la harina en forma de volcán. Poner en el centro la mantequilla troceada, la yema y 2 cucharadas de agua fría. Trabajar todo hasta obtener una pasta ligada. Dejarla reposar tapada, durante 30 minutos.
Cocer la calabaza troceada y pelada con la mantequilla y una pizca de sal durante 30 minutos. Hacer en el microondas: la calabaza la troceamos en trozos granditos, colocar la mantequilla y la sal. Tapar el recipiente con film trasparente y cocer durante 15 minutos, potencia 850W. Siempre dependiendo de cada microondas, pinchar con un palillo para comprobar que está cocida. Si no lo estuviera poner unos minutos más. Colocarla en un colador para que suelte agua, no prensarla.
Estirar la pasta que teníamos en reposo con la ayuda de un rodillo y forrar un molde de tarta desmontable, (untado de mantequilla y espolvoreado con harina), de unos 24 cm de diámetro. Gratinar la pasta durante 2 ó 3 minutos y reservar. Batir con ayuda de la batidora la leche condensada, los tres huevos y las almendras hasta obtener un puré fino. Agregar la calabaza guisada y triturar todo muy bien. Añadir una cucharadita de canela molida y una pizca de clavo molido, jenjibre molido y nuez moscada. Mezclar muy bien.
Precalentar el horno a 170ºC. Espolvorear la base de la tarta que tenemos en el molde con canela molida y esparcir los piñones. Verter el puré de calabaza por encima. Volver a espolvorear con canela molida por encima de la mezcla. Cocer a 160ºC-170ºC (horno medio), durante 45 - 50 minutos, hasta que la tarta esté cuajada. Podemos comprobar que está cocida introduciendo con cuidado en la tarta una brocheta, si sale limpia estará en su punto. Dejar enfriar. Espolvorear con azúcar glass la superficie.
Si la queremos adornar para Halloween. Coger la plantilla elegida, agujerear los ojos, nariz y boca. Colocarla sobre la tarta fría y espolvorear con azúcar glass. Levantar con cuidado la plantilla y tendremos nuestra tarta de calabaza disfrazada para la ocasión.