Cortamos la coliflor por la base y separamos los ramos. Los limpiamos bien bajo el grifo de agua fría. La ponemos a cocer en la vaporera con un poco de agua y sal durante 30 minutos aproximadamente. Pasado ese tiempo comprobamos que esté tierna y si no dejamos un poco más.
Mientras tanto vamos picando la cebolla, el puerro y la patata en trozos pequeños. Ponemos a pochar la cebolla en una cazuela con la mantequilla y un poco de aceite. Cuando esté tierna añadimos el puerro y pochamos otros 10 minutos todo junto.
Añadimos las patatas y sofreímos todo un poco. Se puede añadir en este punto un poco de maizena para espesar, yo no lo hice. Cubrimos el sofrito con el caldo, echamos las cucharadas de vinagre y coceremos durante 10/15 minutos para que se hagan las patatas y se integren bien los sabores. Echamos un poco de sal y pimienta.
Mezclamos la nata con la yema de huevo y reservamos. Juntamos todos los ingredientes, la coliflor ya cocida, el caldo con las verduras y la nata y trituramos durante 5/7 minutos, hasta que quede una crema lisa y consistente. Rectificamos de aceite, sal y pimienta.
Acompañamos de unas tostadas untadas con aceite y ajo y espolvoreadas con queso y perejil. Las gratinamos justo para servir.