Para la crep : Mezclamos el agua, el huevo, la harina, la leche y el aceite, hacemos una mezcla que debe quedar con la textura de una mayonesa espesa.
La dejamos reposar toda la noche en la nevera. Al día siguiente sacamos la masa y le añadimos aceite y leche hasta que vuelva a quedar como una mayonesa espesa.
Calentamos una sartén y le ponemos un poco de mantequilla, no mucho. Y tratamos de añadir la masa de cuchara en cuchara. La primera crep seguramente no quedará bien, pero el resto sí.
Hacemos que la masa llegue al extremo de la sartén, giramos con una cuchara plana y no dejamos que se tueste demasiado (sino no podremos doblarlo). Las crepes las ponemos en un recipiente y las guardamos calentitas. Pueden guardarse hasta 24 horas.
Para el relleno : Ponemos la base de la crepe en un plato, encima las alcachofas y plegamos como si fuera un cono. Ponemos por encima la crema de setas caliente y servimos.