Y por fin acabé la calabaza que tenía. La verdad es que los risottos son perfectos para utilizar esos restos que te quedan, ya sea verduras, pollo, jamón... lo que sea.
Es fácil, rápido y rico. La única pega que le puedes poner es que tienes que estar dando vueltas al arroz todo el rato para que vaya soltando el almidón y quede con esa consistencia cremosa típica del risotto.
Los italianos usan arroz arborio o carnaroli pero el arroz nuestro tipo "bomba" en mi opinión es un buen sustituto. Yo he usado los dos tipos de arroz, el italiano y el español, y no he notado tanta diferencia también es verdad que yo no soy una experta catadora. Lo importante es que no sea arroz largo o vaporizado.
Necesitarás usar un caldo muy caliente e ir agregando cacitos poco a poco, a medida que el arroz lo vaya absorbiendo. Y sin parar de remover para que vaya saliendo melosito.
Este arroz es para dos personas pero hay que hacer un segundo porque sabe a poco. Y tampoco es cuestión de ponerte un perolón de risotto para quedarte satisfecha.
El tipo de queso puede ser el que os dé la gana, así como las hierbas. En esta ocasión yo he usado un queso light porque estoy en un momento "colesterol". Lo clásico suele ser parmesano. Tampoco he pochado la verduras en mantequilla, que es lo clásico, si no en aceite. Sólo he añadido un nuez de margarina al final de la cocción.
La calabaza y la chalota se cortan en brunoise. La salvia se pica:
Se calienta como 3/4 litro de caldo de pollo o verduras. En realidad el arroz no admite todo este caldo pero mejor que sobre a que te falte en mitad de la preparación. Para este risotto necesitarías como 1/2 litro de caldo.
Se calientan 2 cucharadas de aceite (o mantequilla o margarina) en una olla de fondo grueso. Yo lo hago con aceite aunque el risotto original es con mantequilla. Pochamos la chalota:
Una vez pochada agregamos la calabaza, dejamos pochar 10 minutos:
Añadimos la salvia:
Y a continuación agregamos el arroz. Seguimos mezclando bien para que el arroz absorba los sabores:
Añadimos el vino y dejamos que reduzca:
Y ahora empezamos a volcar el caldo poquito a poco y sin dejar de remover. Cuando el arroz se queda sin caldo, echamos otro cacito. Así más o menos 20 minutos.
A partir de este tiempo probar el arroz que no se puede pasar para que no se quede una plasta. Yo siempre lo he dejado 20 minutos. No creo que necesites más tiempo.
Cuando el arroz ya está hecho, se retira del fuego y se echa la nuez de mantequilla y el queso, que con el calor de la olla se fundirá.