Poner en maceración los pétalos de rosa en el agua por un lapso de 12 horas aproximadamente, añadir poco a poco el azúcar y la miel, removiendo constantemente hasta conseguir la solificación de la pasta. Formar trufas del tamaño de una nuez.
Trocear el chocolate lo más fino posible, colocarlo en un bowl refractario y llevarlo al micro ondas a potencia media por pocos minutos, remover hasta conseguir que se diluya el chocolate como una salsa, medir la temperatura del chocolate con un pasajarabe o termómetro de pastelería hasta obtener una temperatura máxima de 45 grados seguidamente bajar la temperatura a 30 grados moviendo la mezcla.
Tomar cada trufa de rosa y sumergirla en el chocolate, colocarlo en una rejilla hasta que se escurra el exceso y repetir la operación para completar el proceso. Podemos dejarlo a temperatura ambiente por unas horas o llevarlo a refrigeración por un espacio de 15 minutos.