Colocar en una ollita 2 cdas. un poco colmadas de almidón de maíz. Verter de a poco la taza de agua, separando previamente 3 cdas. para diluir la gelatina sin sabor en un paso siguiente. Mezclar bien para evitar los grumos. Llevar al fuego siempre revolviendo y dejar que hierva suevamente.
Retirar del fuego y agregar el contenido de un paquete de 25 g. Aparte hidratar un sobre de gelatina sin sabor en las 3 cdas. de agua fría que reservamos al principio de la receta. Dejar reposar y añadir al engrudo de color.
Para facilitar su conservación en buen estado, agregaremos ½ cdita. de vinagre. Para dar forma a las gomitas tenemos dos opciones: Para hacer gomitas pequeñas colocaremos todo el paquete de medio kilo de almidón de maíz en una fuente, emparejaremos la superficie formando una gruesa capa de 2 cm. y realizaremos huecos con la punta de un dedo.
Con la ayuda de una jeringa o con una cucharita pequeña, rellenaremos los huecos con la preparación de gelatina. Llevaremos unos minutos al congelador. Para hacer gomitas más grandes, verteremos la gelatina en cubeteras o moldes lubricados con spray vegetal o apenas aceitados. También van al congelador. Procederemos de la misma forma para hacer las gomitas de otros sabores.
Una vez que están sólidas retiramos las gomitas pequeñas del colchón de almidón de maíz y las pasamos por un colador, quitando el exceso de almidón. Si fuera necesario, les pasamos una brocha para limpiarlas mejor. Las colocamos en un platito o compotera y las espolvoreamos con 1 sobrecito de edulcorante en polvo.
A las gomitas grandes las retiramos de las cubeteras ayudándonos con la punta de un cuchillo y las desmoldamos sobre el almidón de maíz. Este paso evitará que se peguen entre sí. Las pasamos por el colador, las ubicamos en un plato y las espolvoreamos con 2 sobres de edulcorante en polvo.
Las vamos a conservar en la heladera, hasta 1 semana. Recordemos que no tienen conservantes ni azúcar, su vida útil, por lo tanto, no será tan prolongada.