Lo primero, preparar el caldo de pescado, si tenéis las pieles y espinas del cazón las ponéis junto con agua, laurel, unos granos de pimienta y un poco de sal. Hacer con media cabeza de rape, unos 20 minutos, lo coláis y listo. Me gusta preparar cantidad y congelarlo. Limpiamos el pescado (mejor que os lo hagan en la pescadería) y con un cuchillo lo picáis lo más fino posible.
Batimos el huevo y le añadimos la cebolleta y el perejil picados junto con la rebanada de pan. Añadimos el pescado y trabajamos con un tenedor hasta que tengamos la masa bien trabada. Formamos bolitas y pasamos primero por huevo batido y luego por harina...y freímos en abundante aceite bien caliente. Por cierto conforma las vayáis enharinando las freís porque sino se humedecerán corriendo y no las podréis manejar bien.
Freímos hasta que estén doradas, sacamos y escurrimos sobre papel absorvente. Y ahora vamos con la salsa...En una cacerola amplia ponemos un poco de aceite y sofreímos las cebollas cortadas en tiras.Ponemos en el mortero los dientes de ajo, las hebras de azafrán, las semillas de comino y una pizca de sal. Y machacamos.
Incorporamos este majado a la cebolla junto con la hoja de laurel. Damos unas vueltas y añadimos el vino y la cúrcuma. Bañamos con el caldo colado y añadimos unas gotas de limón. Dejamos cocer durante unos quince minutos... e incorporamos las albóndigas. Bajamos el fuego y dejamos cocinar todo junto otros quince minutos.