Poner en remojo la noche anterior los garbanzos.Preparar una olla al fuego con un litro de agua y, cuando rompa a hervir, echar los garbanzos y dejar cociendo durante unos minutos y echar un poco de sal.
Colar el caldo y reservar a parte. En una sartén poner la manteca de cerdo y freir la cebolla cortada bien finita. Una vez esté casi dorada, añadir el tomate pelado y troceado. Freir lentamente y, antes de que termine de freirse, incorporar los piñones y la butifarra troceada.
Rehogarlo todo y pasarlo a una cazuela, que pondremos al fuego agregándole los garbanzos. Dar un par de vueltas y cubrir con el agua que habíamos reservado. Rectificar de sal y pimienta, y cocer lentamente hasta que los garbanzos estén hechos y se absorba el caldo. Retirar y dejar reposar durante unos minutos.
Servir con los huevos duros pelados y troceados sobre ellos. Que cosita más rica y gustosa!! Una receta de la tierra. Probádla antes que se vaya el frio.